Inicialmente, ofrecemos una primera entrevista con los padres, gratuita y sin compromiso, pera aclarar las dudas iniciales y explicar cómo entendemos nuestro trabajo. También para clarificar cual es la demanda que nos hace la familia y valorar si es abordable, definiendo en que cuestiones les podemos ayudar.
Después de este primer paso, y de acuerdo con los padres, el educador familiar realizará 3 o 4 sesiones iniciales en el domicilio, de una hora de duración, para conocer a los miembros de la de la familia que participaran en el proceso, para que todos ellos nos hagan llegar su visión de las cuestiones que pueden/quieren mejorar, así como para observar directamente las relaciones entre ellos.
Pasadas estas sesiones, el educador retornará a la familia su análisis de la situación familiar, los aspectos que pueden mejorar con la intervención educativa, y los objetivos o líneas en las que propone intervenir.
Si la familia está de acuerdo, se definirá cual es su disponibilidad para llevar a cabo el proceso (horarios, frecuencia/periodicidad de la intervención...) y, en función de esta, el educador concretará su plan de trabajo.
Este plan, siempre tendrá una duración acotada en el tiempo 3-4 meses ( o un nº determinado de sesiones, si son espaciadas), pasados los cuales se revisará con la familia sus avances, dificultades y satisfacción con los resultados del proceso. Si después de esta valoración familia y educador consideran que se ha de continuar trabajando, se definirá un nuevo plan de trabajo (pactando de nuevo las condiciones).
Aunque que la cara visible de SUPORT en las familias sea un educador familiar concreto, detrás hay todo un equipo técnico que supervisa la tarea del educador y el proceso de la familia.