El trabajo lo planteamos con el conjunto de la familia, la intervención no se realiza únicamente con la persona que hace más evidentes las dificultades (p ej el chico adolescente), si no con todos los que conviven en el domicilio. Si hay un miembro del núcleo familiar que no puede /quiere participar, también podemos intervenir, pero es posible que en algún momento del proceso se tenga que reclamar su presencia para continuar avanzando.
Aunque también trabajamos directamente con los niños y jóvenes, buena parte de nuestros esfuerzos estarán dirigidos a dar nuevas herramientas a los padres, para que sean los principales impulsores de los cambios deseados.
Cuando hablamos de padres, nos referimos a los adultos responsables de la educación y cuidado de los niños y jóvenes de la casa. Pueden ser abuelos, tutores, padres acogedores, padres adoptivos, parejas, o padres o madres solos... hay muchos modelos de familias y todos, en algún momento, pueden necesitar el apoyo de SUPORT.
De igual manera, los niños y jóvenes pueden ser muy diferentes, desde la primera infancia hasta el final de la adolescencia pueden surgir dudas o dificultades, así como con los niños con características especiales - con dificultades de atención o aprendizaje, que hayan vivido alguna situación traumática, con diferentes orígenes culturales,...- .
Con todos podemos impulsar cambios para mejorar las relaciones entre padres e hijos.